¿Qué es Agile?. El Mindset ágil.
Intentar definir la agilidad es como intentar definir la confianza o la amistad: sabemos reconocerla cuando la vemos, pero su esencia es difícil de encapsular. Hoy, muchas empresas quieren “ser ágiles”, pero pocas comprenden que es realmente la agilidad.
Fernando Baghe
2/1/20204 min read
¿POR QUÉ ES TAN DIFÍCIL DEFINIR LA AGILIDAD?
La Agile Alliance define la agilidad como “la capacidad de crear y responder al cambio. Es una forma de lidiar y, en última instancia, tener éxito en un entorno incierto y turbulento”.
Pete Behrens añade: “Ser ágil es hacer cuando no sabes todo lo que necesitas saber para hacer”.
Y Steve Denning completa esta visión: “Agile no es trabajar más fuerte ni más duro, sino trabajar de forma más inteligente, generando más valor con menos esfuerzo”.
Como se puede ver, no existe una única definición clara y universal de lo que es agilidad. De hecho, ni siquiera el Manifiesto Ágil ofrece una definición conceptual cerrada. Sus creadores prefirieron describir la agilidad a través de valores y principios, entendiendo que cualquier intento de encasillarla limitaría su esencia adaptativa.
Por eso, más que un método, la agilidad es una cultura de trabajo centrada en el aprendizaje continuo, la colaboración y la entrega constante de valor en contextos de alta incertidumbre.
LA DIFERENCIA ENTRE SER Y HACER AGILE
Como señala Steve Denning, “Agile es un mindset: una forma de ser”. Esta afirmación nos invita a diferenciar claramente entre:
Hacer Agile: aplicar marcos de trabajo, herramientas y prácticas ágiles.
Ser Agile: adoptar una mentalidad ágil, que se refleja en la forma en que pensamos, nos organizamos, trabajamos y nos relacionamos.
Muchas organizaciones inician su transformación implementando herramientas o ceremonias sin cuestionar si su cultura y liderazgo están alineados con los principios ágiles. Esto genera cambios superficiales que no perduran en el tiempo.
LA CEBOLLA DE LA AGILIDAD (AGILE ONION)
Una forma visual y potente de entender la agilidad en sus distintos niveles es a través del modelo Agile Onion, creado por Simon Powers. Esta metáfora utiliza la imagen de una cebolla para representar las capas que componen la agilidad, desde lo más superficial hasta lo más profundo.
Cada capa se apoya en la anterior y permite comprender que la verdadera agilidad no comienza con herramientas, sino con una transformación del mindset.
HERRAMIENTAS (CAPA MÁS EXTERNA)
Son los elementos visibles del trabajo ágil: tableros Kanban, herramientas de planificación, métricas, automatizaciones, etc.
Representan la capa más superficial y a la vez, la menos poderosa en sentido de agilidad, su adopción por sí sola puede contribuir a mejorar los procesos, pero también puede crear confusión en los equipos por una falta de congruencia con la mentalidad de trabajo.
Esta es la puerta de entrada más común para las organizaciones. Sin embargo, usar herramientas ágiles no significa ser una organización ágil. Sin una base sólida en los niveles más profundos, el cambio será superficial, por eso es importate evitar estancar nuestra organización en esta etapa, sino considerarla el paso inicial hacia la agilidad.
PRÁCTICAS
Aquí se encuentran las actividades y ceremonias que estructuran el trabajo en marcos ágiles: reuniones diarias, retrospectivas, plannings, iteraciones, entregas frecuentes, etc.
Estas prácticas son valiosas, pero solo funcionan si están respaldadas por principios y valores. De lo contrario, se vuelven rituales vacíos.
PRINCIPIOS
Los principios proporcionan dirección. Son los enunciados que guían el comportamiento y la toma de decisiones. Funcionan como un sistema de navegación en medio de la complejidad: cuando el entorno cambia, los principios te ayudan a adaptarte sin perder el norte. Se encuentran en el Manifiesto Ágil y otros marcos de referencia.
Algunos ejemplos:
Entregar valor frecuentemente.
Dar la bienvenida al cambio.
Construir proyectos en torno a individuos motivados.
Colaborar estrechamente con el cliente.
VALORES
Los valores son la base cultural de la agilidad. Sostienen los principios y permiten que las prácticas se apliquen con sentido. En el Manifiesto Ágil, se destacan cuatro grandes valores:
Personas e interacciones sobre procesos y herramientas.
Software funcionando sobre documentación extensiva.
Colaboración con el cliente sobre negociación contractual.
Responder al cambio sobre seguir un plan.
Los valores no se implementan, se viven y se promueven desde el liderazgo y el ejemplo cotidiano.
MINDSET (MENTALIDAD) – EL NÚCLEO DE LA AGILIDAD
En el centro de la cebolla está la mentalidad. Es el verdadero corazón del cambio ágil.
Tener un Agile mindset significa adoptar una forma de pensar orientada al aprendizaje, la colaboración, la adaptación al cambio, la mejora continua y la entrega de valor constante.
Implica, entre otras cosas:
Aceptar la incertidumbre como parte del entorno.
Favorecer la experimentación y el aprendizaje sobre la perfección.
Confiar en las personas y darles autonomía.
Poner al cliente en el centro de cada decisión.
Transformar el mindset es el reto más difícil de una transformación ágil, porque requiere desaprender, cuestionar hábitos arraigados y alinear a toda la organización en torno a una nueva forma de pensar y actuar.
POR QUÉ ES IMPORTANTE COMPRENDER ESTA ESTRUCTURA
Muchas organizaciones inician su transformación desde fuera hacia adentro, aplicando herramientas y prácticas sin revisar los principios, los valores ni el mindset. Esto genera implementaciones superficiales, inconsistentes y, en muchos casos, frustrantes.
Una transformación ágil sostenible ocurre de adentro hacia afuera.
Cuando la mentalidad guía las acciones, los valores se viven, los principios se aplican con coherencia, las prácticas fluyen y las herramientas se usan con propósito.
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