Antes de adentrarnos en cómo la agilidad puede contribuir a los proyectos de cooperación de nuestras ONG, en este primer post repasáremos desde una perspectiva del tercer sector; en qué consiste la agilidad y cómo podemos adoptar la mentalidad ágil en proyectos sociales.
AGILE EN PROYECTOS SOCIALES Y ONG'S
Uno de los grandes impedimentos de la adopción de metodologías ágiles en la gestión de proyectos de cooperación y ONG, además del desconocimiento de este tipo de metodología, suele ser la rigidez del entorno donde operan a nivel administrativo. La justificación de fondos, la aprobación de proyectos que requiere alcance definido, y otros requisitos impuestos por organismos públicos, financiadores y otros actores, representan una barrera para el desarrollo de la agilidad organizacional en el tercer sector.
Por esta razón, normalmente se suelen utilizar marcos de trabajo que pueden alinearse con más facilidad a este tipo de requisitos estáticos, como el marco lógico o la teoría del cambio.
Si bien en el tercer sector, en este momento parece improbable que Agile pueda suplantar los métodos existentes, muchas organizaciones sin fines de lucro han comenzado a aplicar metodologías ágiles en parte de sus proyectos de manera sumamente exitosa.
¿QUÉ ES AGILE?
El término “Metodologías Ágiles” nace en el año 2001 con la elaboración del manifiesto ágil, un documento desarrollado por 17 expertos de software que ya venían aplicando metodologías y marcos de trabajo alternativos a los tradicionales en el desarrollo de software.
La mayoría de esas metodologías comenzaron a utilizarse desde principios de los años 90, pero es en aquella reunión en la que se decide englobarles bajo el término metodologías ágiles.
Para describir este nuevo movimiento, sus creadores decidieron usar 4 valores y 12 principios, probablemente a raíz de que entendieron que una definición formal sería algo limitante, plantearon este conjunto de buenas prácticas que expresan la mentalidad agile.
Si quieres conocer los valores del manifiesto original, en post anteriores hemos hecho un análisis de los 12 principios del Manifiesto ágil para desarrollo de software.
VALORES ÁGILES PARA ONG
Para desarrollar un pensamiento ágil en ONGs y el tercer sector, es fundamental poder adaptar los valores ágiles originales a este contexto específico.
A continuación, te presento los cuatro valores ágiles clave adaptados para las ONG, que pueden ayudan a guiar el enfoque y la mentalidad de tu organización en sus esfuerzos por lograr un cambio significativo en la vida de las personas a las que sirven.
# 1. Individuos e interacciones por encima de procesos y herramientas.
Se reconoce a las personas, tanto a los equipos técnicos que desarrollan el proyecto como a la población beneficiaria, como el eje central y la razón de ser de los proyectos de desarrollo e impacto social, valorándoles por encima de las herramientas.
Los procesos y herramientas son importantes, pero deben representar un medio para la obtención de nuestro objetivo, que es la entrega de valor a nuestros clientes (internos y externos) y en ningún caso un obstáculo para los mismos, por lo que deben adaptarse constantemente a las necesidades de los equipos y no viceversa.
# 2. Entrega de valor por encima de documentación exhaustiva.
Buscamos una entrega continua o frecuente de valor, crear lo antes posible beneficios tangibles para obtener una retroalimentación que nos permita mejorar. El trabajo en ciclos cortos es una manera de mantener la simplicidad en nuestras entregas, que facilita la inspección y la adaptación en busca de mejoras.
Tratar de adaptar la documentación requerida en los proyectos al mínimo reduciendo la burocracia a lo necesario para la aprobación, ejecución y seguimiento de los proyectos.
# 3. Colaboración con el cliente por encima de negociación contractual.
Quizás unos de los puntos más difíciles de equilibrar, ya que en el tercer sector los clientes pueden estar representados por la población beneficiaria, pero también por otros actores como las entidades financiadoras, las unidades de proyectos, organizaciones colaboradoras u organismos estatales.
Es importante respetar los acuerdos y marcos legales de todos ellos, para asegurar la viabilidad de los proyectos, pero también buscar constantemente relaciones colaborativas con los mismo que se centren en la obtención de resultados.
# 4. Respuesta ante el cambio por encima de seguir un plan.
Cualquiera sea la índole del proyecto de impacto social que llevemos adelante, seguramente se desarrollará en un entorno complejo, cambiante y de alta incertidumbre. Por lo cual las organizaciones deben caracterizarse por su habilidad de adaptarse ante los cambios, para poder continuar entregando valor de manera constante pese a las variaciones del entorno.
No hablamos de no planificar, sino de re-planificar y ajustar constantemente, conforme a los cambios que se presentan, para generar avances con un ritmo sostenible, evitando las sobrecargas de trabajo, el descenso de la calidad o la obsolescencia de nuestros resultados.
12 PRINCIPIOS ÁGILES PARA ONG
Además de adaptar los valores ágiles a las necesidades específicas de las ONG, establecer principios ágiles claros y relevantes diseñados específicamente para ONG, que reflejan las realidades y desafíos únicos que enfrentan estas organizaciones en su trabajo diario, puede servir para guiar las acciones y decisiones en el tercer sector.
A continuación, presentamos 12 principios ágiles redactados específicamente para organizaciones de impacto social.
# 1. Nuestro fin como organización es entregar valor al cliente que le permita satisfacer sus necesidades.
# 2. Trabajamos en entornos cambiantes con personas, aceptamos abordar los cambios y adaptarnos como una forma de entregar valor real.
# 3.Somos conscientes del sentido de urgencia y por eso entregamos valor los más frecuentemente posible.
# 4.La organización y los equipos técnicos trabajan juntos durante los proyectos.
# 5.Los proyectos son desarrollados por individuos motivados, brindamos el espacio y empoderamos a nuestros equipos técnicos para que desarrollen el trabajo.
# 6.La comunicación directa entre personas, cara a cara, es la forma más efectiva de transmitir la información.
# 7.Las soluciones que brindan valor a nuestro cliente, es nuestra medida de éxito.
# 8.Mantenemos un ritmo sostenido de trabajo.
# 9.Buscamos constantemente la excelencia técnica de nuestras soluciones.
# 10.Mantenemos la simplicidad, maximizando el valor y reduciendo el desperdicio en el uso de nuestros recursos.
# 11.Las mejores soluciones surgen de la colaboración y la inteligencia colectiva de equipos autogestionados.
# 12.La reflexión es la única puerta para la adaptación y la mejora continua.
EN CONCLUSIÓN
Si bien la agilidad formalmente tiene sus inicios en el mundo de desarrollo de software con la constitución del manifiesto agile, desde entonces se ha ido extendiendo en otros ámbitos de aplicación en todos los sectores, en el privado comenzó con los startups, el mundo del desarrollo de producto y finalmente a todo tipo de empresas. En el sector público también ha tenido un gran desarrollo en la última década siendo aplicado por gobiernos y entidades públicas de diferentes países de manera exitosa.
Esto nos demuestra que al ser la agilidad una nueva forma de pensar basada en los principios y valores del manifiesto ágil puede ayudarnos a llevar adelante todo tipo de proyectos que se desarrollen en entornos complejos, donde las necesidades de las personas y la obtención de resultados con mayor valor y en menos tiempo representan un factor crítico.
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Desde el Instituto Agile colaboramos con distintas ONG, entidades del tercer sector y organizaciones con impacto social para la aplicación de metodologías que les permitan maximizar el valor entregado. Si formas parte de una ONG y quieres saber más, periódicamente realizamos una formación de introducción a Agile y Lean para ONG, puedes apuntarte de forma gratuita, ya sea como miembro de una ONG o para llevar esta formación a tu organización. 👇🏽
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